A pocos días de la partida de Nora Cortiñas, algunas palabras sobre su legado. ¿Qué nos deja Norita?
Para el derecho romano lo importante en la sucesión era la continuidad del grupo familiar. Heredero era quien recibía en primer lugar la soberanía doméstica y también la masa hereditaria. Sin embargo las XII Tablas del Ius Civile llamaban a suceder en primer lugar a los heredes sui, esto es, a los que se hallan sometidos a la patria potestad del difunto en el momento de su muerte.
Nora Morales de Cortiñas, es un nombre propio, un relieve en el campo de los Derechos Humanos que exceden a las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. Políticas necesarias, indiscutibles, que tuvieron que sortear las mezquindades de negociaciones político partidarias que las bastardearon, y que hoy vuelven a estar en disputa por asesinos, cómplices y traidores.
Norita, un nombre propio, intraducible, cuya eficacia trasciende a la persona, aunque no es sin esa humanidad cimentada en las luchas que no encontraron fronteras. Norita, es la invención de un nombre, que no podemos confundir con el que le dieron al nacer. Esta nominación, una creación alimentada desde el lazo social que supo fundar, contrario a una época en que el individualismo se impone. Norita, opera como sustantivo y adjetiva a la vez, en tanto ha construido una respuesta al desgarro, apoyada en una convicción que no ha cedido, ni se ha comprometido con el poder emanado de gobierno alguno.
Palabras y reflexiones brotan frente al dolor de esta gran pérdida, a la que no fueron indiferentes ni propios ni ajenos. Norita madre e hija de Gustavo, de quien recibió un legado. Es tan difícil heredar a un hijo y más doloroso cuando aún se encuentra desaparecido. Herencia de lucha que le deja su hijo, como lo anhelaba esa generación de los 30 mil.
Aquella mujer, que se convirtió en Norita, le habló al poder y nos donó el lenguaje de la dignidad y el compromiso con quienes pelean por los deseos colectivos. Decía Juan Gelman que la lengua está en movimiento y que el estilo propio está acabado cuando la persona ya no está. Esa es la lengua que ella ha fundado junto a otras.
Apenas unos días pasaron de su partida. Este último jueves en la Plaza, en una sentida despedida, una joven de las nuevas generaciones que se incorporan a la Ronda, expresó en nombre de Nietes y la Banda del Pañuelo el compromiso de darle continuidad a la Verdad, la Memoria y la Justicia y con las causas por los derechos que no reconocen fronteras. Como una familia con lazos invisibles levantan las banderas que ella ha donado: amor, solidaridad y dignidad.
Norita entre tantas cosas nos deja la felicidad y su sonrisa. Como decía Kant, “la felicidad es el acuerdo sin ruptura del sujeto con su vida”. Una decisión ética que supo llevar adelante para enfrentar al odio.
Vivian Palmbaum, psicoanalista, miembro de la Escuela Abierta de Psicoanálisis e integrante del proyecto Propuesta Tatu
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