
En este día, una historia más para resaltar la importancia de vivir en un Estado de Derecho. El secuestro de Norberto Titi Limonte, fue paradigmático del terrorismo que ejerció la dictadura en su lógica brutal de disciplinamiento social y cultural, frente a «la subversión en el ámbito educativo».
Norberto Titi Limonte, era un estudiante del Instituto Superior del Profesorado Secundario de N° 7 de Venado Tuerto en los años del golpe de 1976, que fue denunciado por su profesora, por cuestionarla.
“… Estaba en la 3° hora de la clase de Filosofía y viene el director con cuatro uniformados al salón, y me dice: Titi, te buscan, el comisario quiere hablar con vos. Yo pensé que había pasado algo en mi casa, pero cuando me suben al Falcon, dos de ellos me preguntan: ¿Qué pasó con la profesora el jueves?
Me llevaron hasta un campo cercano, donde luego de encapucharme con una remera me torturaron, y hasta simularon un falso fusilamiento. De allí me regresaron a la comisaría, donde quedé tres días detenido…
Recuerdo que cuando el comisario me interrogaba, me preguntaba dónde estaba el sótano que tenía las armas en el Instituto, y yo ni siquiera sabía que había actividad política adentro…
Luego me trasladaron a la Jefatura en Rosario, donde estuve 20 días con los ojos vendados debajo de una escalera en construcción. Después me bajaron a un sótano, que era mejor, porque por los menos me sacaron las vendas de los ojos. Ahí estuve más o menos un mes.
El primero de septiembre me trasladaron a la cárcel de encauzados de Rosario, desde donde me derivaron un tiempo después a la de Coronda en la que me quedé hasta el final de la detención, durante 6 meses y 9 días.
Jamás me tomaron declaración, no tenía causa ni antecedentes, pero en palabras del interventor municipal, coronel Luciano Domínguez, era un agitador estudiantil. Tuve la suerte que gracias a Juan Riganelli, cura párroco de Villa Cañas ―por sus contactos con la Curia de Venado Tuerto, en especial monseñor Rossi―, mi familia pudo rastrear todos mis traslados…”
Extraído del libro «Historizando la formación docente -entretiempos democráticos y dictatoriales en el Instituto de Educación Superior Brigadier Estanislao López 1964-1983«, de Alejandra García, 2021.
Alejandra García es licenciada en Historia por la (UNR). Es miembro de la Comisión de Nomenclatura, asesora del Concejo Municipal de Venado Tuerto, y presidenta del Archivo Histórico Digital de la misma ciudad. Ha publicado en coautoría varios trabajos en revistas culturales y participado en numerosos congresos provinciales y nacionales como expositora. Es coautora del libro Venado Tuerto y su Nomenclatura (2011), Mucho más que un clásico, Historia institucional y deportiva del Jockey Club de Venado Tuerto (2013). Ha participado en la elaboración del Manual didáctico El espíritu del Venado Tuerto (2014). Autora del libro Cayetano Silva, historia de vida del músico afrodescendiente que compuso la Marcha San Lorenzo, 1ra edición 2023 y segunda edición 2024, Ají ediciones.

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