Opereta de los bandoleros, la música de una historia ignorada
“La fabulosa historia de los bandidos Vairoleto, Mate Cocido y Zamacola, contada por ellos mismos y el coro de la leyenda popular“. Hugo Chumbita recrea el encuentro en la década del 30 de bandidos, anarquistas y masones en la logia masónica de Barracas que aún existe.
El cinco de diciembre pasado, en la Sala Dubrosky del CCC, organizado por la Cátedra Libre de Estudios de Arte, Historia y Sociedad de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, tuvo lugar un cálido encuentro donde se presentó esta obra dramática de tema criollo y gauchesco.
Hugo Chumbita, el historiador que se ha dedicado a estudiar el bandolerismo social, esta vez presenta “Opereta de los bandoleros”, una obra teatral de cuatro actos, basada en la investigación de las causas judiciales y testimonios que recrea las aventuras y desventuras de Juan Bautista Vairoleto, Segundo David Peralta, “Mate Cocido” y Eusebio Zamacola “el Vasco” a partir del encuentro al que acudieron convocados por obreros anarquistas y masones en la década del 30, en la logia masónica de la calle San Antonio de Barracas, en la ciudad de Buenos Aires.
El historiador Eric Hobsbawm llama rebeldes primitivos a los bandoleros; Chumbita por su parte afirma que el bandolerismo es la otra cara de la década infame, pues replica desde abajo el poder injusto y tramposo. Se trata de una especie de brazo vengador del campesinado, de ahí la protección de la que gozaron por parte de ese sector. El bandolero usa la violencia y produce, lo que hoy se llaman “daños colaterales”; el revolucionario, en cambio, posee una conciencia política que lo lleva a ejercer la violencia. Un claro ejemplo de esa distinción es la diferencia que existe entre Vairoleto, bandido, y Severino Di Giovanni, el famoso anarquista. Cada provincia argentina posee su bandolero o bandido social emblemático que aún recuerda. El accionar del bandolerismo disminuyó notablemente durante el primer y segundo gobierno peronista, pero luego reapareció en la década del 60 en la figura, entre otros, de Isidro Velázquez, que fue “el último bandido romántico”, asesinado en 1967.
El autor confiesa que el mito popular del tano Vairoleto lo intrigó desde joven, y fue el tema de varias de sus investigaciones y obras. Por eso tomó su historia como base para hacer el guion escrito “en verseado” de un film que luego se frustró por el fallecimiento del productor. Así llegamos a la “Opereta…” un género de la tradición del teatro itinerante criollo que también tematizó la saga de Juan Moreyra y otras figuras populares.
Chumbita recuerda que el teatro nació en verso, y que ésta es una forma que puede resistir al imperio de la imagen porque la rima conforma junto con la cadencia una manera especial de contar una historia de manera galante o provocativa. En la opereta es esencial la música, reflejo de nuestra cultura popular y compuesta especialmente por Gustavo Maturano, Pablo Giangrante y Delfor Sombra, que abrevan en géneros tradicionales folklóricos, pero también en ritmos actuales.
Los personajes de la obra son figuras históricas, como Vairoleto, Mate Cocido y Zamacola, pero los hay simbólicos, como el narrador, y sus sucesivas identidades. Este personaje, que se jacta de ser el que manda, dispone la suerte de todos y se inviste de las figuras de autoridad en cada una de las escenas en que aparece, como el Venerable responsable de los masones, que es también una encarnación del demonio, y que presenta a los tres bandoleros para sellar un pacto a fin de asaltar la Forestal.
La obra, en palabras de su autor, dramatiza su concepción de un mundo gobernado por el mal, donde existe un margen de libertad para escapar a la injusticia, –ese es el sentido de la libertad humana-, que se expresa también en el arte. Y el fin de su publicación es no solo contribuir al conocimiento del pasado sino estimular a lectores, artistas y teatristas a inspirarse en la cultura popular, y así rescatar del olvido a estos protagonistas.
Cada uno de los bandoleros fue empujado a la violencia y hacia el final tratan de escapar. En la realidad histórica, dos lo lograron. Mate Cocido, a pesar de las investigaciones se ignora cómo terminaron sus días. Zamacola fue apresado y luego de cumplir su condena se insertó en la sociedad. Vairoleto, en cambio, lo intentó pero fue ultimado por una partida policial que al fin dio con su paradero.
Pero afortunadamente, en la Opereta se impone la justicia poética que, sobreponiéndose a la cruda realidad, hace que los versos finales sean los del coro que canta:
¡Jinetes rebeldes, bandidos de honor!
¡No pueden con ellos, ni el diablo podrá,
no los olvidamos, siempre volverán!
Libros del autor: Bairoletto, prontuario y leyenda, Marlona, 1974; El enigma peronista, Puntosur, 1989; Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas, Planeta, 1989, en coautoría con otros; Los carapintada. Historia de un malentendido argentino, Planeta, 1990; Última frontera. Vairoleto. Vida y leyenda de un bandolero, Planeta, 1999; Jinetes rebeldes. Historia del bandolerismo social en la Argentina, Javier Vergara, 2000; El secreto de Yapeyú. El origen mestizo de San Martín, Emecé, 2001; Hijos del país. San Martín, Yrigoyen, Perón, Emecé, 2004; El manuscrito de Joaquina. San Martin y el secreto de la familia Alvear, Catálogos, 2007, coautor con Diego Herrera Vegas; América en Revolución. Breve historia de la emancipación de los países americanos, Fund. Ross, 2010; Historia política de las Américas. De los orígenes a la emancipación, UNLaM – Fund. Ross, 2010; La causa perdida del comandante Severo Chumbita. Rebelión de las montoneras federales 1862-1868, Fund. Ross, 2011, en coautoría con Víctor Hugo Robledo; Historia crítica de las corrientes ideológicas argentinas. Revolucionarios, nacionalistas y liberales, 1806-1898, UNLaM – Fund. Ross, 2013; Bosquejo de historia argentina, Ciccus, 2017.
Virginia Baldo, Sec. DDHH, Suteba Tigre. Virbaldo4@hotmail.com
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