«La palabra no tiene hospitales/que le curen el mundo». Juan Gelman
Cada libro tiene sus particularidades, “El corazón del daño” de Maria Negroni, parece pertenecer a un género inclasificable, es como tirar una piedra en el agua y ver la onda expansiva que genera.
¿Es la lengua madre un destino o apenas un inicio para el lenguaje que nos atraviesa? El texto muestra una elaboración que toma como intermediaria a la novela familiar para ir mucho más allá. Casi se parece a un psicoanálisis en tanto parte de las palabras que damos por buenas para llevarnos a otra significación.
El libro parece ir construyendo las respuestas que ha ido encontrando la autora, en un arduo recorrido entre la autobiografía, la ficción y la poesía. Hace suyas las otras palabras que se presentan en forma de citas que se reúnen en el texto de la mano de Gelman, Pizarnik, Pessoa, entre tantos versos que nos trae para construir este bello texto. ¿Es que le hace decir a otros o lo dice ella con otras voces? ¿Quién sería el autor o autora de esas citas que se presentan? ¿El lenguaje es propio o es común?
Maria Negroni nos va mostrando que la lengua está en movimiento, que la lengua madre es esa materia viviente que nos penetra, nos perfora, transformándonos ¿en algo más o más bien nos muestra que lo vital no es solo lo viviente sino ese más allá?
Apenas al inicio Negroni lanza una primera advertencia que trae de la mano del poeta portugués Fernando Pessoa, “La literatura es la prueba de que la vida no alcanza”. Así abre un camino que parte de la propia ficción histórica. La lengua materna en carne viva para mostrar ese juego entre lo literario y ese dolor que se escribe y se transforma en ese acto. Se pregunta ¿Es posible escribir lo que se vive? Y nos muestra que fue encontrando su salida en la escritura, y así nos arma este cadáver exquisito. Al fin y al cabo, como dice la ensayista polaca Eva Hoffman, la pérdida es una varita mágica, en tanto lo que se escribe parece ir transformándose, donde “las cosas se borran, se anulan, se suprimen y a continuación se reinventan, se fetichizan, se escriben”. Acaso el Corazón del Daño quizás sea esa potencia creadora que transforma la carne en cuerpo. Si tuviera que definirlo diría que este libro es un largo poemario.
Si en el libro se van construyendo las respuestas, entonces quedan flotando algunas preguntas, ¿De dónde sale el poema? ¿Cuál es su materia viviente? Negroni analiza: “los poemas son centros adentro de un centro, micrografías del deseo, interioridades profundas que funcionan como defensas”. Recuerdo algo escrito por el psicoanalista José Slimobich en las Nuevas Aportaciones al Paradigma del Leer cuando argumenta que el saber hacer con la lengua es un artificio para cualquier ser hablante y no sólo para el oficio del poeta. Ahora bien ese saber hacer está presente cuando “el discurso analítico se anuda a la creación, hasta por momentos hacerse indistinguible con ella”. Lo cual me lleva a pensar en el recorrido que ha llevado a esta escritura que nos trae María Negroni como un artificio creador. El poema se entrelaza en esas grafías del deseo que se vuelven legibles y develan algo de esas verdades que nos atraviesan como un borde que se vuelve efímero. Es muy interesante cuando plantea que hay algo intraducible de esa lengua madre, que se vuelve un poco imposible, porque es la lengua personal, eso intrasmisible, que un análisis permite abrir a otras significaciones.
Negroni nos va mostrando que el lenguaje es esa materia en donde las palabras se entreveran con el silencio y señala a la poesía como la continuación de la infancia acaso para pensar en la atemporalidad del inconsciente presente como la materia viva de nuestras palabras que de alguna manera nos señala un origen que está perdido.
Quiero finalizar con unas palabras de la autora: “He aquí el siendo del vacío, la mayoría de edad de un cuerpo que se cubrió con el sudario del lenguaje para envolver la nada con materia”. Para quienes estén interesados en la escritura, este libro es una joyita.
Vivian Palmbaum es psicoanalista miembro de la Escuela Abierta de Psicoanálisis, integrante del colectivo Propuesta Tatu y del Movimiento por la Salud de los Pueblos.
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